miércoles, 3 de marzo de 2010

músico

Mi hijo será abogado, pero abogado, abogado. No un simple licenciado en derecho, carne de oposición, un ente alopécico que ofrezca los mejores años de su vida como ofrenda al Dios Administración Pública, no, no. Mi hijo será un abogado de verdad, un defensor de causas imposibles, un artesano de argumentos, el mago de los sobreseimientos. Será rico, famoso, respetado y admirado. No como su madre. No descansaré hasta que tenga la fotografía del día de su graduación sobre mi mesita de noche. Y ningún psicólogo infantil de tres al cuarto como usted me va a convencer de que mi hijo tiene una sensibilidad especial para tocar el violín. Valiente pérdida de tiempo.

Seleccionado II Concurso de Microrrelatos sobre Abogados

3 comentarios:

  1. jejeje, suerte en el concurso, yo aún no he pensado nada... a ver si nos seleccionan.
    Saludos.

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  2. Muchas gracias, hoy he visto que ha sido seleccionado. Menudo alegrón...

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  3. Enhorabuena, el mio tambien ha sido seleccionado, encantado de compartir la alegría.

    Un abrazo y a ver que pasa, Suerte.

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