jueves, 30 de septiembre de 2010

imperfectos conocidos

Quedamos para cenar pero no apareciste. Lo intentamos otra vez al día siguiente sin éxito. Por un motivo u otro pasaban los días, las semanas y los meses y nunca coincidíamos. Cenábamos cada uno por su lado. Extraños.
Es por eso por lo que te pido el divorcio. Prefiero cenar solo a cenar contigo en soledad.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

septiembre

Había llegado septiembre y me propuse que todo iba a cambiar, se acabaron los días vacíos, la tensión cotidiana, el stress por la consecución de objetivos, el haber llegado a que, en mi vida, el tiempo no fuera más que una línea sólo interrumpida por la noche y el sueño, sin derecho para dedicarlo a las personas que aún quiero y que aún me quieren. A partir de ahora voy a ser una persona nueva, diferente. En mi vida lo más importante ya no va a ser el éxito, lo más importante va a ser Mi Vida. Con mayúsculas. Se acabaron por completo las actividades extraescolares, el inglés, la informática, el fútbol, el tenis y el piano. Quiero volver a ser un niño normal. Y lo voy a conseguir.

Ganador del concurso de microrrelatos Radio Castellón Cadena Ser

lunes, 13 de septiembre de 2010

cuerpos lunares

Papá solía morirse dos veces al día y otras tantas resucitaba. Era bipolar al extremo. O lunar, como él decía. Bien concentrado: luna llena, cuarto creciente, cuarto menguante y luna nueva, por partida doble cada día. Lo peor eran los eclipses, por inesperados e intensos. Eclipse parcial o eclipse total. Él siempre decía que prefería parecerse a la luna que a una farola, siempre aburrida, siempre la misma luz, obstinadamente. Pero yo sólo quería tener un padre-farola normal. Sin embargo, hace un año conocí a Nerea y los vecinos han terminado por mudarse. Demasiadas fases lunares y muertes diarias entre los dos.