Quedamos para cenar pero no apareciste. Lo intentamos otra vez al día siguiente sin éxito. Por un motivo u otro pasaban los días, las semanas y los meses y nunca coincidíamos. Cenábamos cada uno por su lado. Extraños.
Es por eso por lo que te pido el divorcio. Prefiero cenar solo a cenar contigo en soledad.
jueves, 30 de septiembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
YO TE APOYO...LA VIDA ES MUY BELLA PARA ESTAR ACOMPAÑADO Y SENTIRSE SOLO AMIGO.
ResponderEliminarUn abrazo grande para ti y lo mejor de la vida.
mar
Muchas gracias mar, siempre son un regalo tus palabras aquí.
ResponderEliminarBesos
UNO NO SE DA CUENTA DE QUE LA VIDA NO ES PARA ESTAR SOLO, AUNQUE EN APARIENCIA NO LO ESTE.
ResponderEliminarTRISTE PERO REAL Y ME HA PASADO MILES DE VECES.
HERMANO MIO DEL ALMA TE MANDO UN FUERTE ABRAZO ESPERO QUE TUS COSAS ESTEN BIEN...
SE TE QUIERE
Y A VER PARA CUANDO NOS JUNTAMOS EN UN BAR A PONERNOS MORAOS DE BORRAXOS....
Supongo que todos hemos pasado alguna vez por algo parecido. Es muy triste darse cuenta que a veces no es suficiente con querer.
ResponderEliminarTe mando otro abrazo gigante y espero que la vida te sonría en estos tiempos.
Algún día apareceré por allá para dártelo en persona, y ponernos morados de contentos, -pero siempre con moderación ; )-