domingo, 7 de junio de 2009

Polichinela

Mi vecino es un payaso, pero un payaso de los de verdad, con la nariz colorada y los zapatos-barcas. Un día vino a pedirme algo, creo que un limón o un poco de azúcar, o puede que ambas cosas. Estaba de mudanza y su hija tenía capricho de limonada. Me cayó bien e hicimos amistad. Me contó que su mujer le sorprendió junto a la trapecista practicando equilibrios en la cama, "¡Ja-ja!". Su circo tenía un código interno muy estricto y, en cosa de unos días, se había quedado sin mujer, sin trabajo y, merced a un “contencioso matrimonial”, sin la custodia de su hija. Pero su alegría era invencible y, en cualquier momento, parecía que su pajarita fuera a dar vueltas o que te sorprendiera con un bocinazo. Sólo cuando su hija vuelve con su madre, Polichinela se convierte en Arlequín y se escuchan sus sollozos a través de las paredes.

2 comentarios:

  1. Muy Bueno, hasta gracioso es, espero que estes muy bien y que los examenes pasen rapido igual para ti ya llega el verano, por aca el invierno esta cada vez pegando mas frio jajaja.

    un fuerte abrazo y ya sabes si necesitas una nariz de payaso yo te presto la mia..abrazos..besos y muchas risas

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  2. FELIZ DIA DEL ESCRITOR... PARA QUE SIGAS ALIMENTANDO NUESTRA IMGIANACION CON TUS PALABRAS

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