miércoles, 27 de abril de 2011

de sabores


Todos apretujados en aquel enorme congelador. De todos los sabores, de todos los colores. Abrió su mano y miró las monedas que le contemplaban desde su palma. Su boca se torció al hacer la cuenta, sintiendo sobre su coronilla la mirada impaciente del tendero.
-Bueno, ¿qué?
-No me llega.
-Pues aligera, que hay trabajo.
Protegiendo sus monedas y haciendo un mohín volvió a la trastienda a ordenar el género, a cargar cajas y a barrer el suelo. Mientras, su padre seguía atendiendo el negocio.

8 comentarios:

  1. Se queda uno flipado. ¡Hay que ser miserable! Gran micro.

    Blogsaludos

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  2. ¡Que crueldad!. Me uno a la alabanza de Adivín.

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  3. Me gusta, se separa de loque hemos hecho la mayoría

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  4. A más de uno y una nos ha pasado eso, para saborearlos hemos tenidc que ganarlos.
    Besicos muchos.

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  5. -Adivín: Eran otros tiempos. A cambio, seguro que los que pudiera pagar le sabrían a gloria..

    -Cybrghost: Encantado de que te guste y de verte por aquí.

    -Fernando: Aún así no hubo suerte! Bueno, seguiremos amontonando monedas hasta que nos llegue...

    -La Casa: Precisamente. Yo me crié en un bar y creo que sólo probaba el sabor de la fanta una vez al año. Pero qué rebuena estaba!

    Un abrazote muy agradecido

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  6. Entonces..salud con fanta por el post y tu amistad.
    Besos
    mar

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  7. Que sea con un poco de ron para celebrar la ocasión. ; )
    Un besote grande

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  8. También me crié en un bar y en la cocina, así que imagina!!
    Más besicos.

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