jueves, 17 de febrero de 2011

Idilio


-Perdona, ¿qué dijiste?
-Dame más vueltas morenita.
-¿Cómo?
-Nada...
-¿Qué estás leyendo?
-Nada.
-Va, ¿qué lees?
-Cosas.
-Ya.
Giró la cabeza, agachó el cuerpo, tratando de leer la portada del libro.
-An-to-lo-gía... ¿Antología?
Ella dejó caer el libro, abierto como lo tenía, sobre sus rodillas, ocultando la portada. Estaba sentada en el suelo, apoyada contra el armario. Su cabeza se reflejaba en el espejo por detrás, su cabello, su nuca, sus orejas.
Él giró sobre sí mismo, hizo rodar su silla de ruedas, volvió a apoyarse sobre su escritorio. Trató de concentrarse. O de parecer concentrado, leía una y otra vez “en el seno de una familia de posición económica desahogada, el 5 de junio de 1898.” sin entender.
-Ten cuidado con mis hojitas.
-¿Qué?
-Nada.
-Buf.
La miró, ella sonreía ahora.
-Deberías estudiar algo –dijo él.
-Estoy estudiando.
Siguió leyendo, sentada en el suelo. Su cabeza se reflejaba en el espejo del armario. Su cabello, su nuca, sus orejas.
Él respiró profundamente, como si llevara con paciencia una enorme carga. Movió el ratón de su ordenador, buscó la carpeta de música.
-¿Quieres que ponga música?
-Dame más vueltas alrededor.
-Me estás tomando el pelo.
Volvió a mirarla, temiendo realmente que se estuviera mofando de él. Ella volvió a sonreírle, sin levantar la cabeza, sólo los ojos.
Él notó algo, hizo rodar su silla hacia la puerta. Ella le siguió con la mirada.
-¿Dónde vas?
-Al baño.
Salió. Ella echó su cabeza hacia atrás. Pegándose a su reflejo. Cabello con cabello, nuca con nuca, orejas con orejas. Miró al techo. Qué bonito era. Cerró los ojos y murmuró:
-Jugando a la noria del amor. ¡Ay! No puedo decirte, aunque quisiera, el secreto de la primavera.

8 comentarios:

  1. ¿Es parte de algo mas grande? A mi estos relatos que toman un fragmento de una escena y dejan abismos por todas partes me gustan mucho, pero me queda la duda de si son un fragmento de algún relato mayor.

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  2. Gracias Fernando, encantado de verte pasar por aquí. No, no forma parte de algo más grande. Quizá algún día me deje de dar tanto respeto iluminar según qué abismos y crezca un poquito más...

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  3. Qué texto más sugerente. Me ha gustado la limpieza de la narración y la inocencia del diálogo. Como dice depropio podía ser parte de algo más extenso, ¿quizás una novelita?

    Un abrazo.

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  4. Ojalá Maribel, pero por ahora no me atrevo, no me veo capaz. Pero opiniones como la tuya me envalentonan una barbaridad.
    Un abrazo grandote.

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  5. Precioso, el diálogo, la imagen, lo que sugiere...
    Enhorabuena!

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  6. Hola Anita, muchisisísimas gracias por tu opinión.
    Un abrazo

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  7. Buenísimo.El texto muy pulcro,las imágenes visuales son geniales!un texto muy bueno!

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  8. Muchas gracias, Srta. Gómez, si te formaste imágenes visuales ya significará algo!
    Un abrazo grande

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