miércoles, 13 de octubre de 2010

de la guarda

Como los ángeles al caer el sol, que duermen como benditos. Nosotros no, los ángeles de la guarda hemos de estar eso, de guardia ininterrumpidamente. Así estamos como estamos, hablando solos y fumando sin parar. Pero cambiar de puesto cuesta una eternidad. Para colmo siempre toca proteger a los más capullos. Dan más ganas de reventarles las ruedas o dejar que La Galletita se les atragante y que mueran entre estertores horribles. En cambio Nerea es un regalo del cielo, un ángel sobre la tierra a la que me muero por abrazar y sentir. No tengas miedo a ese camión. Seguro que vienes al cielo.

2 comentarios:

  1. Hermoso, pero seguro que el angel que te cuida debe estar en estos momentos leyendo a cortazar, o quizas en una esquina escuchando historias para despues contartelas al oido.

    Muchoas abrazos

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  2. Qué imagen más bonita, gabi, pero creo que mi ángel se conforma con ver la televisión, incluso creo que más de una vez se ha ido hasta Mendoza para irse de copas con otro ángel de la guarda muy dicharachero...

    Gracias por venir a dar de comer a mis sueños. Un abrazo enorme.

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