jueves, 28 de octubre de 2010

campanilla

Mi exmujer me odia, y la verdad es que tiene motivos de sobra para hacerlo. Dice que mi único amor es el dinero y hoy por hoy no tengo ningún reparo en darle la razón y aún diría que se queda corta. Hace un año me arruiné jugando en bolsa y me vi obligado a iniciar un proceso judicial para revisar el convenio de separación. La única manera de salir a flote era reducir la cuantía de la pensión para nuestra hija pasando más tiempo con ella. La ratio horas-con-mi-hija/euros era altamente rentable a pesar de lo fastidioso de lidiar con una mocosa de seis años con tendencias bipolares y su piojoso osito. Gracias a Dios que mis acciones han vuelto a subir y ya no necesito el dinero. Ya puedo volver a facturar a niña y osito a su madre. Bueno, en cuanto acabemos de preparar su papel de campanilla para la función escolar.

3 comentarios:

  1. PD
    Mi ex marido también me debe odiar, pero por otros motivos.
    mar

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  2. Quizá sí, quizá no... : )
    PD. Cuesta creer que alguien te odie

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